La música... )qué sería nuestra vida sin música? )quién no se ha emocionado oyendo esa canción que, de repente, alguien hace sonar en la radio por primera vez y, sin saber por qué, te hace sonreír, llorar, bailar...

La vida de cada persona está marcada por unas serie de melo­días que, cronológicamente, marcan las distintas épocas de nuestra vida y están incrustadas en nuestros recuerdos de una manera tan vívida como los mismos acontecimientos a los que nos remiten.

La música nos transporta al pasado y al futuro, nos hace mejores y es uno de los exponentes más claros de la inteligencia del ser humano y de la barrera que nos separa del resto de los animales.

En estos tiempos donde tan amenazadas están las nociones de transigencia y tolerancia qué mejor vehículo de transmisión del concepto de la solidaridad que la música, la cual tiene repercusión en la vida de todo el mundo de una manera u otra y, además, es accesible a todos. La música no entiende de colores: )quién no ha disfrutado oyendo a los grandes intérpretes de color del jazz, blues, gospel, etc.? La música no entiende de idiomas: es un idioma en si misma, un idioma universal que todas las personas pueden entender. Ésta es la grandeza de la música y ésta puede ser utilizada para mostrar el auténtico valor de la diversidad, para observar la idiosincrasia de los pueblos y razas que pueblan nuestro planeta.

Todo esto justifica plenamente la utilización del lenguaje musical como instrumento pedagógico, y no sólo en el centro de enseñan­za sino, sobre todo, en el hogar. La música cuenta nuestra historia tanto como los distintos acontecimientos políticos y económicos de un país. Es más, la música de una época está claramente marcada por todos estos acontecimientos. La música no vive de espalda a la realidad sino que es un fenómeno social y, como tal, es un reflejo de los tiempos que le toca vivir.

Muchas veces nos preguntamos cómo llegar a nuestros jóvenes, cómo establecer un lazo entre las distintas generaciones, cómo hacerles entender la realidad de otros tiempos. Utilicemos algo por lo que la juventud siempre ha mostrado y siempre mostrará interés: la música. Hablémosles en un lenguaje que entiendan y, a partir de ahí, hagámosles ver las razones por las que un determinado estilo musical llega a existir.

Con respecto a la enseñanza de idiomas, la música se convierte en un elemento motivador excepcional. En nuestro caso particular, la enseñanza del inglés como segunda lengua, mucho más. Todos sabemos la influencia que la música en lengua inglesa ha tenido y tiene en las jóvenes y no tan jóvenes generaciones. Con este proyecto pretendemos utilizar el enorme impacto de la música popular, más comúnmente llamada pop, para facilitar el aprendi­zaje de la lengua inglesa.

Todos los que nos dedicamos a la enseñanza de este idioma hemos utilizado en más de una ocasión en nuestras clases una canción para hacer nuestra lección más entretenida para nuestros alumnos. Todo eso está muy bien, pero nosotros con este proyecto queremos ir un poco más allá. Nuestra meta es muy amplia. Por un lado pretendemos que los alumnos, a través de la audición de canciones en lengua inglesa, consoliden una serie de estructuras gramaticales, aumenten su gama de vocabulario y mejoren su pronunciación.

http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~eeooii/actas99-00/musica.htm